Las Etapas de la Revolución Mexicana.
Etapa Maderista.
El punto de partida del proceso revolucionario
fueron las declaraciones realizadas por el presidente Díaz al periodista
estadounidense Creelman en 1908, en las que afirmaba que el pueblo mexicano ya
estaba maduro para la democracia y que él no deseaba continuar en el poder.
Comenzó en el país una intensa actividad política y ese mismo año apareció el
libro La sucesión presidencial en 1910, escrito por Francisco Ignacio Madero,
que se convirtió en el manifiesto político de los grupos de oposición a la dictadura: las clases
medias, los campesinos y los obreros, contrarios a la reelección de Díaz para
un nuevo mandato presidencial, pero también opuestos a las costumbres
aristocráticas y al afrancesamiento dominante, a la política económica del colonialismo capitalista y
a la falta de libertades políticas bajo el régimen dictatorial.
En abril de 1910 Madero fue designado candidato
a la presidencia por el Partido Nacional Anti reeleccionista, fundado un año
antes con un programa a favor del sufragio efectivo y la no reelección, pero
sin claros contenidos sociales y económicos. En mayo del mismo año se produjo
en Morelos la insurrección de Emiliano Zapata al frente de los campesinos, que
ocuparon las tierras en demanda de una reforma agraria. Díaz fue reelegido para
un séptimo mandato y Madero intentó negociar con él para obtener la
vicepresidencia de la República, pero fue encarcelado por el dictador en
Monterrey el 6 de junio, aunque poco después obtuvo la libertad y escapó a San Antonio
(Texas). El 15 de octubre de 1910, Madero y sus colaboradores acordaron el Plan
de San Luis, que llamó a la insurrección general y que logró el apoyo de los
campesinos al incluir en el punto tercero algunas propuestas de solución al
problema agrario. El 20 de noviembre se produjo la insurrección de Francisco
(Pancho) Villa y Pascual Orozco en Chihuahua, pronto secundada en Puebla, Coahuila y Durango. En enero de 1911 los hermanos Flores Magón se
alzaron en la Baja California y los hermanos Figueroa en Guerrero.
Pese al fracaso de Casas Grandes, en marzo de
ese mismo año, el 10 de mayo los revolucionarios ocuparon Ciudad Juárez, donde
se firmó el tratado por el que se acordaba la dimisión de Díaz, que salió del
país el 26 de mayo siguiente, y el nombramiento como presidente provisional del
antiguo colaborador de la dictadura, Francisco León de la Barra, que conservó a
los funcionarios y militares adictos a Díaz.
Presidencia
de Madero (1911-1913)
El gobierno procedió al desarme de las fuerzas revolucionarias, pero los zapatistas se negaron a ello, exigiendo garantías de que serían atendidas sus demandas en favor de una solución para el problema agrario. El general Victoriano Huerta combatió a los zapatistas del estado de Morelos en los meses de julio y agosto de 1911, los derrotó en Cuautla y los obligó a refugiarse en las montañas de Puebla. Sin embargo, en las elecciones presidenciales resultó elegido Madero, que tomó posesión de su cargo el 6 de noviembre de 1911, pero que no logró alcanzar un acuerdo con Zapata ni con otros líderes agrarios por su falta de sensibilidad para resolver los problemas sociales planteados por el campesinado.
El gobierno procedió al desarme de las fuerzas revolucionarias, pero los zapatistas se negaron a ello, exigiendo garantías de que serían atendidas sus demandas en favor de una solución para el problema agrario. El general Victoriano Huerta combatió a los zapatistas del estado de Morelos en los meses de julio y agosto de 1911, los derrotó en Cuautla y los obligó a refugiarse en las montañas de Puebla. Sin embargo, en las elecciones presidenciales resultó elegido Madero, que tomó posesión de su cargo el 6 de noviembre de 1911, pero que no logró alcanzar un acuerdo con Zapata ni con otros líderes agrarios por su falta de sensibilidad para resolver los problemas sociales planteados por el campesinado.
El 25 de noviembre Zapata proclamó el Plan de
Ayala, en el que se proponía el reparto de tierras y la continuación de la
lucha revolucionaria. Orozco, tras ser nombrado por los agraristas jefe supremo
de la revolución, se sublevó en Chihuahua en marzo de 1912, y otro tanto
hicieron los generales Bernardo Reyes y Félix Díaz en Nuevo León y Veracruz
respectivamente. El Ejército federal, al mando de Prudencio Robles y Victoriano
Huerta, reprimió con dureza los levantamientos, estableciendo campos de
concentración, quemando aldeas y ejecutando a numerosos campesinos. En la
ciudad de México tuvo lugar en febrero de 1913 la que se denominó Decena
Trágica, enfrentamiento entre los insurrectos y las tropas del general Huerta,
que causó alrededor de 2.000 muertos y 6.000 heridos. Con la insólita mediación del embajador
estadounidense, Henry Lane Wilson, el general Huerta llegó a un acuerdo con el
general Díaz, destituyó a Madero y se autoproclamó presidente el 19 de febrero
de 1913. Cuatro días después el presidente Madero y el vicepresidente Pino
Suárez fueron asesinados por órdenes de Huerta.
El gobierno de Huerta no fue reconocido por el gobernador de Coahuila, Venustiano Carranza, quien el 26 de marzo de 1913 proclamó el Plan de Guadalupe, bandera de la revolución constitucionalista, por el que se declaraba continuador de la obra de Madero y procedía a la formación del Ejército constitucionalista, al que no tardaron en sumarse el coronel Álvaro Obregón en Sonora, y Pancho Villa en el norte, mientras Zapata volvía a dominar la situación en el sur y este del país. La oposición a Huerta en la capital se realizó a través de la Casa del Obrero Mundial, de tendencia anarquista y defensora de las clases obreras urbanas, pero cercana a los planteamientos agrarios del movimiento zapatista, al que dotaron de una ideología más definida, y del lema "Tierra y Libertad", que los alejaba tanto de Huerta como de Carranza. Las tropas constitucionalistas, formadas por campesinos y gentes del pueblo, derrotaron al Ejército federal por todo el territorio nacional: Villa ocupó Chihuahua y Durango con la División del Norte; Obregón venció en Sonora, Sinaloa y Jalisco con el Cuerpo de Ejército del Noroeste; y Estados Unidos, tomando partido por los oponentes a Huerta, hizo desembarcar su infantería de Marina en Veracruz el 21 de abril de 1914. Después del triunfo constitucionalista en Zacatecas el 24 de junio de ese mismo año y la ocupación de Querétaro, Guanajuato y Guadalajara, Huerta presentó la dimisión el 15 de julio siguiente y salió del país. En el Tratado de Teoloyucan se acordó la disolución del Ejército federal y la entrada de los constitucionalistas en la capital, que se produjo el 15 de agosto de 1914.
El Triunfo de Carranza (1914-1919)
Pronto surgieron diferencias entre los
revolucionarios, divididos en tres grupos: los villistas, que ofrecían un
programa político y social poco definido; los zapatistas, que mantenían los
principios formulados en el Plan de Ayala; y los carrancistas, vinculados a la
burguesía y deseosos de preservar los beneficios obtenidos por los generales,
empresarios y abogados adictos a Carranza. En la Convención de Aguascalientes,
en noviembre de 1914, se acordó el cese de Carranza como jefe del Ejército
constitucionalista y de Villa como comandante de la División del Norte, así
como el nombramiento de Eulalio Gutiérrez como presidente provisional. Carranza
se trasladó a Veracruz, Gutiérrez llevó el gobierno a San Luis Potosí y la
ciudad de México quedó en poder de Villa y Zapata, cuya colaboración inicial
terminó un mes más tarde con la salida de ambos de la capital y la reanudación
de las hostilidades.
Con los decretos de finales de 1914 y la Ley Agraria de enero de 1915, Carranza ganó para su causa a amplios sectores de la población, mientras los ejércitos carrancistas al mando del general Obregón ocuparon Puebla el 4 de enero de 1915 y derrotaron a Villa en Celaya, Guanajuato, León y Aguascalientes, entre abril y julio del mismo año, por lo que Estados Unidos reconoció al gobierno de Carranza en el mes de octubre. Villa inició en el norte una guerra de guerrillas y trató de crear conflictos internacionales con Estados Unidos, cuyo gobierno, en 1916, envió tropas en su persecución, aunque éstas no lograron capturarlo. En el sur, Zapata realizó repartos de tierras en Morelos y decretó algunas medidas legales para intentar consolidar las reformas agrarias y las conquistas sociales logradas, pero también los zapatistas fueron derrotados por las tropas constitucionalistas al mando de Pablo González y obligados, entre julio y septiembre de 1915, a replegarse a las montañas.
Con los decretos de finales de 1914 y la Ley Agraria de enero de 1915, Carranza ganó para su causa a amplios sectores de la población, mientras los ejércitos carrancistas al mando del general Obregón ocuparon Puebla el 4 de enero de 1915 y derrotaron a Villa en Celaya, Guanajuato, León y Aguascalientes, entre abril y julio del mismo año, por lo que Estados Unidos reconoció al gobierno de Carranza en el mes de octubre. Villa inició en el norte una guerra de guerrillas y trató de crear conflictos internacionales con Estados Unidos, cuyo gobierno, en 1916, envió tropas en su persecución, aunque éstas no lograron capturarlo. En el sur, Zapata realizó repartos de tierras en Morelos y decretó algunas medidas legales para intentar consolidar las reformas agrarias y las conquistas sociales logradas, pero también los zapatistas fueron derrotados por las tropas constitucionalistas al mando de Pablo González y obligados, entre julio y septiembre de 1915, a replegarse a las montañas.
En septiembre de 1916, Carranza convocó un
Congreso Constituyente en Querétaro, donde se elaboró la Constitución de 1917,
que consolidaba algunas de las reformas económicas y sociales defendidas por la
revolución, en especial la propiedad de la tierra, la regulación de la economía
o la protección de los trabajadores. En las elecciones posteriores, Carranza
fue elegido presidente de la República y tomó posesión de su cargo el 10 de
mayo de 1917. Zapata mantuvo la insurrección en el sur hasta que, víctima de
una traición preparada por Pablo González, cayó en una emboscada en la hacienda
de San Juan Chinameca, donde el 10 de abril de 1919 fue asesinado.
PREGUNTAS.
¿De dónde surge la parte social de la
constitución mexicana y cuál es su contenido?
La Constitución mexicana vigente fue
promulgada en la ciudad de Querétaro, el 5 de febrero de 1917 (60 años antes se
había promulgado la Constitución de 1857) y entró en vigor el primero de mayo
siguiente. Su antecedente mediato fue el movimiento político-social surgido en México
a partir de 1910, que originalmente planteó terminar con la dictadura porfirista y plasmar en la Constitución el principio
de la no reelección. Asesinado el presidente Madero, Victoriano Huerta (quien
había ordenado su muerte) alcanzó la Presidencia de la República, pero en 1913 Venustiano Carranza se levantó en armas
en contra de Huerta.
Las
garantías individuales y sociales.Las individuales están sobre todo, pero no únicamente, contenidas en los primeros 29 artículos de la Constitución. Las sociales, que son las que me interesan, están principalmente, pero no solamente, en los Artículos “3º, 27 y 123”
Artículo 3º.- “Hará plena libertad de enseñanza; pero será laica la que sé de en los establecimientos oficiales de educación, y gratuita la enseñanza primaria superior y elemental, que se imparta en los mismos establecimientos”
Artículo 27.- “La propiedad privada no puede ocuparse para uso público, sin previa indemnización. La necesidad o utilidad de la ocupación deberá ser declarada por la autoridad administrativa correspondiente; pero la expropiación se hará por la autoridad judicial, en el caso de que haya desacuerdo sobre sus condiciones”
Artículo 123.- “Las facultades que no estén expresamente concedidas por la Constitución a los funcionarios federales, se entienden reservadas a los Estados”.
¿Cuáles son las
características de los llamados derechos sociales o de crédito como derecho
humanos de segunda generación?
Los derechos de Segunda Generación o Derechos Económicos, Sociales
y Culturales tienen como objetivo fundamental garantizar el bienestar
económico, el acceso al trabajo, la educación y a la cultura, de tal forma que
asegure el desarrollo de los seres humanos y de los pueblos. Su reconocimiento
en la historia de los Derechos Humanos fue posterior a la de los derechos
civiles y políticos, de allí que también sean denominados derechos de la
segunda generación.
¿Cuáles son los
derechos humanos de cuarta generación?
Como afirma Graciano González en su
introducción a Derechos humanos: la condición humana en la sociedad
tecnológica), una consideración filosófica de los
valores de razón, dignidad, libertad, igualdad, solidaridad y paz, que expresan
dicha condición, debe realizarse a través de un discurso que considere los
derechos humanos como exigencias morales de realización tanto en el nivel
personal como en el comunitario. Introducir la tecnología en este contexto
significa atender a la necesidad de traducir dicho discurso en términos que
puedan también a abarcar a la ciencia y a la tecnología como elementos que
modifican el concepto de espacio o ámbito en el que se manifiestan,
profundizan, y desarrollan los derechos humanos. Este nuevo ámbito está
abriendo nuevas perspectivas para entender, de una forma sustancialmente más
amplia, la declaración universal de los derechos humanos de 1948. Toda una
serie de problemas éticos y jurídicos que tienen que ver con dichos derechos, y
que están pidiendo urgente respuesta, están a la espera de ser reformulados. De
dicha reformulación, que nos encamina hacia una cuarta generación de los
derechos humanos.
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